miércoles, 27 de octubre de 2010

Transformar la Feria, generar un nuevo espacio

Las ferias  abarcan un  tema o propósito común "Libros Son" es una propuesta nueva que se ha sumado a la Feria del Libro, y  llama a una reflexión acerca de ese propósito
El miércoles nos tocaba cubrir la Feria con mis compañeros. Salí de la facultad y llegué a las 21hs, cuando comenzaba la presentación de los narradores orales. Ya no había más lugar, nos sentamos  en el piso, a la vieja usanza. Me  dispuse s disfrutar con todos los sentidos, a dejarme conmover por las historias.
El encuentro entre los narradores y nosotros  se situaba “Entre el cielo y el infierno”.  Guadalupe Sassa representó  el tradicional cuento Caperucita Roja. El idioma de la narración era el francés.
¿Cuál es el secreto de la narración oral?  No creo que haya uno. Se puede relatar  mil veces la misma fábula y apreciar nuevos sentidos. También utilizar una lengua extranjera y ser entendida. El misterio  no recae inicialmente en las palabras, sino también  en cómo están representadas.
¿Difundir un contenido va más allá del contenido en sí? Más bien ambos se complementan.
Salimos de la carpa que nos había congregado,  situada en el interior del Cabildo. La gente se distendía en el patio interno para luego dispersarse nuevamente.  Observé algo nuevo. Había un están dentro del edificio. Reconocí el logo de “Libros Son”. Como no estaba al tanto de las actividades de la feria a parte de la guía de actividades, me  sorprendió verlos.  
Sus libros eran exhibidos con particularidad. Acompañados por sus autores, o por gente que los conocía. A lo mejor yo también, por haberlos cruzado en la facultad, en la fila para pagar el agua, o en algún parque de la ciudad, quién sabe?
Además, ellos, los libros, o los objetos, se presentaban a sí mismos de una manera diferente. Constituidos con texturas heterogéneas, diseñados, elaborados, difundidos por el colectivo de Libros Son. Algunos estaban hechos con cuero, otros de cartón, con lana a modo de telar…
Después de años de asistir a la feria, me encontraba con algo diferente.  No era cada librería trasladada a un están, sino que parecía coincidir con la  Feria  “del autor al lector”.

Libros Son: " La postura surge de la situación"

 

Una de las novedades más importantes de la Feria 2010  fue la presencia en el Cabildo del están de Libros Son. Es un colectivo, una acción de productores locales que se nuclea a partir de la autogestión. Muchos ya venían con una historia otros se sumaron. Ramiro Pros nos va a contar la suya.

¿Qué  los une en "Libros son"?
La autogestión sería una de las cosas que nos une,  y a lo mejor muchas otras. Todavía o no está armado digamos, es un grupo que surgió de una forma muy espontánea, surgió porque ya  cada uno venía haciendo su actividad. De esa forma, ya sea auto publicándose o publicando a otros, en su misma situación, similar o haciendo revistas o haciendo todas las cosas que tenemos, también músicos independientes.
¿Por qué considerás que los autores locales trabajan con la autogestión en estos últimos tiempos?
 Cada uno empezó,  en  el último tiempo, algunos vienen mucho antes, pero la gran mayoría empieza en los últimos años,  apoyándose en la en la en las facilidades tecnológicas que tenemos ahora, en este tiempo, de poder hacer libros en forma de fotocopia. Que se yo, todo lo que da la tecnología, el diseño, la computadora y todo eso. También tiene mucho que ver con esta época, y tampoco es un fenómeno puramente cordobés sino que se viene dando en todo el mundo, por lo menos en Latino América. Y nos unimos para resolver el tema de la difusión más que el de la producción. Cada uno ya se dio cuenta que nos conviene más fabricar un libro o buscar una forma alternativa antes que entrar en editoriales, donde también hay que poner mucha plata, y hay que conseguir la plata esa, fabricar muchos libros no te garantiza que esos libros van a ir a parar a algún lado. Entonces, lo que consideramos el principal problema es la distribución de esos ejemplares y moverlos de alguna forma, y tampoco es suficiente hacer una feria una vez al año. Entonces de todo eso va surgiendo Libros son. Se va haciendo una red, digamos, entre  personas con las mismas, el mismo problema. Y también es de alguna forma una acción de reclamo, porque pensamos que el Estado o la Municipalidad  deberían garantizar también de alguna forma, un fondo estímulo para la publicación.  Lo que nosotros estamos haciendo debería tener algún apoyo. Entonces, lo hacemos nosotros y vamos buscando ese apoyo, vamos abriendo ese camino, que, por el lado de la feria oficial estaba como cerrado. Entonces, bueno,  llegamos a hacer una feria paralela. No es una contra feria, sino que es algo que está a nuestro alcance. Agarramos la plaza. El espacio es abierto, o sea, no se cobra a nadie. Fundamentalmente es abierto. Entonces vamos sumando cada vez más cosas.
El concepto de autogestión involucra una  dimensión individual y otra de alguna manera colectica o compartida, ¿Cómo se gestó en Libros Son?
Como colectivo recién ahora se está haciendo algo, digamos. Pero como te digo, surge  de una forma muy espontánea, como una red de cosas independientes. Independientes entre sí. Que cada uno venía con su historia, y algunos empezaron a animarse. Y algunos empezaron a hacer su propia historia también a partir de la misma feria, que empiezan a tener un lugar que ellos saben que cada tanto se va a mostrar. Entonces nos esmeramos por tener un producto nuevo, algo nuevo para hacer. Mucha gente que circuló en la feria dijo: yo también tengo unos poemas y los puedo publicar, aunque sea de cualquier forma, llevarlos para la próxima feria y regalarlos. Entonces también estimuló mucho eso. Pero, de a poco porque hace menos de un año, eso hay que decirlo, la primer feria se hace en diciembre del 2009, y, y de a lo largo de este año 2010 fuimos haciendo las otras ediciones; nos fuimos conociendo más entre nosotros. Casi no nos conocíamos. Éramos amigos en común con algunos, digamos, pero se fue armando un colectivo, se fue armando solo. Un grupo de gente, que no son todos, no es toda la gente que va a la feria, pero sí un grupito grande de personas que están comprometidas con la organización de eso. Siempre alguna va saliendo, otro nuevo se va sumando,  es inestable el grupo. Pero siempre hay un grupo de gente, entonces con eso se va armando el colectivo. Empieza a surgir una identidad de eso. Cosas que hacemos en común, otras actividades en las que participamos. Fuimos a la Perla hace poco a  conocer. Ahora vamos a ir a la perla a hacer un taller de encuadernación con cosas que deja la gente ahí.
Libros Son surge en Córdoba, ¿Este tipo de trabajo se desarrolla en otras provincias? 
Hay toda una red de ferias a lo largo del país que es la Fila; que surge en Buenos Aires y ellos van haciendo Fila en distintas provincias. Y también hacemos redes con esos, entonces ya es una red que por lo menos abarca todo el país.
Entonces recién ahora estamos pensando algunas cosas, recién ahora,  por eso,  surge la idea de la feria del libro. Entonces, bueno, empieza el debate, pero no es que ha habido un manifiesto o una cosa más intencional, con armar un grupo, digamos.. Pero sí está empezando a pasar eso. Está la idea de hacer un programa de radio. Está la idea de hacer una revista que salga cada tres meses, cada cuatro, en cada feria. Entonces, recién están empezando a surgir las cosas colecticas.

¿Por qué decidieron ir a la feria del libro?
Hubo un gran debate, en torno a ir o no a la feria, tampoco fue una cosa  tan sencilla y también fue muy a último momento, nunca nos habíamos planteado la idea de proponernos ir  a la feria en serio. Las inscripciones, por usar una palabra, pero que habría que usar otra, a lo mejor. Pero las inscripciones, las inscripciones, para  inscribirse en la feria del libro, son mucho tiempo antes y ya habían vencido en julio. Ya estaba todo el cronograma hecho, y surgió a través de uno, la idea de que podíamos entrar a la Feria. A lo mejor que había podía un lugar para nosotros. Ahí nos empezamos a juntar seguido para el debate. En realidad no acostumbrábamos  juntarnos seguido, sino siempre hicimos  reuniones cuando íbamos a hacer una feria nosotros o alguna cosa digamos, y últimamente nos estábamos sumando a varias actividades, organizadas por otro, y la feria del libro oficial podía ser otra  de ellas. Lo que nosotros hacemos con “Libros Son” es tratar de solucionar el tema de la difusión, llegada de las cosas. Nosotros, digamos, no tenemos ningún problema, o algunos sí lo tienen, pero son los menos, digamos… El problema de estar en la cosa oficial siendo algo alternativo.

¿Qué debatían en torno a la participación?
Obviamente  hubo gente que estuvo en contra, gente que estuvo a favor,  pero también fundamentalmente en cómo participar, porque para participar en la feria del libro hay que poner mucha plata, los están  en las carpas, tiene un costo bastante alto, por ahí, las grandes editoriales lo recuperan. No sé si lo recuperan o no, la mayoría de nosotros no considerábamos que  tuviéramos que poner plata, digamos, para estar ahí, con un montón de cosa que hacen a la política de lo que hacemos. Ni siquiera tiene que ver con que vayamos a vender lo suficiente como para recuperarla, que no, o sea obviamente, vendemos poco . Pero como no es ese el senso tampoco, sino que pensamos que tiene que haber un espacio gratuito. Porque es una feria del libro,  y que debemos ser invitados, como productores independientes,  como productores  locales,  O sea que lo que nosotros pretendemos, es que en ese lugar haya y quede ya para siempre. Seamos Libros son o sea quien. Que quede un lugar que pueda ser ocupado por los independientes. Por los que  no tienen  forma de financiar estar ahí, bueno que tienen proyecto de las características que tiene el nuestro.
¿Por considerás que ese espacio no estaba en la Feria?
La feria oficial del libro nace hace 25 años, en el 86 creo que es la primera, y nace como feria del autor al lector. Esa fue la consigna de la primera feria, o sea, algo distinto donde no sea una librería, donde no sea una sucursal de las editoriales o de las librerías, sino que sea un lugar de encuentro entre los autores  y los lectores, eso es lo que tiene de particular. Que de alguna forma sigue habiendo, se sigue manteniendo esto  en muchas actividades paralelas  y todo eso .. pero, obviamente; como todo lo que pasó en los noventa, se terminó convirtiendo en un tremendo negocio y bueno.. .
¿Cómo fue la experiencia de estar en la Feria del Libro?
La feria oficial, la feria del Libro es una experiencia distinta para nosotros, porque venimos haciendo cuatro ediciones en total, la quinta coincidió con esta. La quinta edición de libros son coincidió con los últimos días de la feria oficial. También tuvimos que apelar a una forma de organización distinta. En la feria que hacemos en la plaza, cada uno arma su puestito, lleva sus cosas, digamos, su quiosquito. En el Cabildo nos tuvimos que organizar, sí colectivamente en serio. Más allá de las cosas colectivas que hay siempre que son la luces, el escenario. Esta vez, sí, una sola caja, y nos organizamos bastante bien, turnándonos para ir a atender, también aparecieron muchas cosas de la prensa. Como que nos empezamos a hacer conocidos a través de esto
¿Qué respuesta percibiste de la gente, del público?
Muy buena, porque eso no se había visto nunca en la feria, del libro, o sea..En los 25 años esos, y mucho menos en los últimos años, podías llegar a ver una cosa similar. Porque es lógico, digamos, lo que cuesta participar de eso, económicamente, hay toda una cosa cultural que contribuye a eso, la misma Municipalidad, no puedo decir sólo la Municipalidad. Porque la feria está organizada por cuatro instituciones así que no vamos a hacer caer toda la culpa sobre uno. De alguna forma las cuatro instituciones que participan de eso tienen alguna, alguna responsabilidad como tal.

De alguna manera hubo una identificación con el público, ¿fue novedoso encontrarlos en el Cabildo, cómo fue la respuesta?
A nosotros nos costó conseguir ese lugar, nos querían disminuir el costo, nosotros insistimos en que necesitábamos un espacio que sea gratuito. Como que lo merecíamos, de alguna forma exigíamos eso. Finalmente después de toda la negociación quedamos en el Cabildo, que no es un lugar privilegiado, no son las carpas, pero que es un lugar que a lo mejor tiene que ver con nosotros, no sé, ahí es donde estuvimos, ahí es donde accedimos. Y el público que circuló por ahí, por ahí es  el público más interesado, que es el que  va a las charlas, el que va a las cosas que se hacen ahí adentro. Entonces había muy buena respuesta. O cualquiera pasaba, pasaban muchos chicos del colegio, que los llevaban a hacer excursiones ahí,  y bueno, era una cosa novedosa, distinta a la que hacían en la carpa. Abrimos un libro para que la gente opine, y ahí están plasmadas, digamos, todos los pensamientos de la gente, un pizarrón también pusimos.  Ahí está plasmado, digamos, la respuesta. Y también se ve esa respuesta en toda la gente que se sumó. Cuando empezamos teníamos  8 metros en total. Al principio pusimos nuestros libros más o menos holgadamente. Y tenía alguna cosa, que nosotros les decíamos que era abierto. Que la gente podía llevar sus libros, que era algo colectivo. Podía llevar sus libros, ir un día a atender ahí o hacer algo, y no le íbamos a cobrar nada. Y empezaron a llenar cada vez más de cosas, y los últimos días no había espacio para los libros. Y eso  sacó a flote toda una cultura, una sub cultura de cosas que no estaban expuestas, que años anteriores no se exponían en la feria. Que deberían tener un lugar privilegiado por ser producciones locales, porque es la feria del libro de Córdoba, entonces deberían tener ese lugar, gente que está ahí, gente que está viva, qué se yo; la feria del autor al lector.

Desde la cámara del libro se presentó un proyecto de una escuela de libreros centrado en la venta del libro. ¿Cómo lo ves desde la perspectiva de la autogestión?

Estamos empezando a hacer las cosas de una manera que no encuadra mucho con las normas vigentes. Por lo mismo que está pasando con la música. Se están poniendo en crisis muchas cosas, como puede ser el derecho de autor,  y muchas otras más. Entonces, obviamente todo sigue funcionando con esas normas. Nuestros libros, la mayoría no están registrados en la cámara del libro, o no tienen derecho de autor, o no pueden ser registrados porque son libros objeto. Porque al ser un objeto, no tiene paginas. Lo llevás a registrar y te dicen, no se puede, esto no es un libro. Todos esos problemas están, por cómo son las normas que rigen, y hay todo un negocio atrás también, hay muchos negocios, digamos, mucha gente-. Lo comparo con la música porque pasa a través de internet. Están empezando, digamos, los paradigmas a cambiar. Los paradigmas del mercado parece que siguieran siendo los mismos, per, digamos, los que hacemos esto, sabemos que funciona de otra forma. O sea, todos los cd que yo tengo son cd grabados, tengo muy pocos cds originales y creo que esto a todo el mundo le pasa, y bueno, tiene que ver con eso.

¿Considerás otras vías de difusión de tu trabajo? De una manera “tradicional”, ¿te posicionás con respecto a eso?

La postura surge de la situación, y además disfruto mucho hacerlo. He descubierto que a lo mejor vivo un montón de cosas que a lo mejor no las viviría si a todo este trabajo lo hiciera otro. Pero si algún día viene una gran editorial y me quiere publicar, sin arrancarme la cabeza, simplemente porque le gustaron los textos, no le voy a decir no no, yo soy independiente. Eso, por lo menos yo lo tengo claro, hay algunos que piensan de otra forma, pero creo que la mayoría vamos por ese lado. No hacer la bandera de que somos los under, sino una acción de reclamo, y esto lo estamos haciendo nosotros porque no existe. Surgimos de la carencia de las políticas municipales, y del sector empresarial también. No se le puede pedir a un editor que funcione de otra manera a la que funciona. Es un negocio, no podés arriesgar, no podés ponerte a publicar porque sí a un tipo que nadie leyó nunca, que no se sabe si va a vender. Entonces las alternativas concretas que tenemos los escritores son; hacer nuestros libros, salir a repartirlos, y no quedarse sólo con eso, sino estar presentándolos constante mente y estar llevándolos a todos lados. No basta fabricarlo y ponerlo en una librería. No se va a vender nunca, ni va a suceder nada, y todo lo que vos vivís haciendo ese trayecto es buenísimo.

Lo lógico está en la estructura y el absurdo en querer encontrarle un sentido

“De lógicas y de absurdos”: En la Feria del Libro se presentó un libro que habla de lo racional y lo irracional, o de  algo intermedio entre ambos.
La escritora cordobesa Rosalía Guzmán presento su libro de cuentos “De lógicas y de absurdos”. El encuentro tuvo lugar a la 18:30  en la Sala Azor Grimaut  situada en la planta alta del Cabildo.
 La autora leyó una selección de cuentos acompañados por un ritmo poético. El auditorio acompañó con silencio hasta la finalización del encuentro.
La reunión entre la escritora y los oyentes duró una hora, todos prestaban gran atención a los relatos.
Los trabajos de la escritora han sido incluidos en diversas antologías. En 1999 publicó su primera novela: Donde mueren los pájaros.

lunes, 25 de octubre de 2010

Adultos para cuentos.


"Espectáculo de narración oral para adultos. Cuentos entre el cielo y la tierra."
Uno lee esto en la programación de la Feria del libro 2010, y dice: mirá vos, cuentos para adultos... Tal vez, una performance de teatro under, o quizá la profesionalización y complejización de lo que hacen los abuelitos con los nietos. Porque es difícil aceptar que los adultos y los cuentos deberían tener encuentros más frecuentes. Y así es como más de un adulto maduro, sensato, que todo lo sabe, con todo su curriculum... comete la imprudencia de ir a uno de los encuentros de narración oral que organiza el grupo Dicho y Hecho, sin haber escuchado testimonios al respecto.

Quien llega 5 minutos antes (subestimando al capacidad del patio del cabildo, y la concurrencia al evento) se encuentra con gente que desborda la carpa u circula por los pasillos buscando la mejor ubicación. Entonces sospecha que se cancelaron los cuentos y el pueblo acaba de tomar el cabildo; o tal vez se equivocó de auditorio y en cualquier momento aparece Carlos Jiménez presentando su libro biográfico.
Cuando dicen que van a contarnos un cuento, sin haber escuchado nunca a verdaderos narradores, sólo alcanzamos a asociar ese único micrófono iluminado, esa ausencia absoluta de escenografía, con alguna noche en que mamá o papá estaban tan desesperados por que nos durmiéramos, que improvisaron desventuras de algún principe, un lobo y colorín colorado... felices por siembre.

Entra Eduardo Chaves (presentador) y miramos a todos buscando algún cómplice que comparta nuestras sospechas. -"Buenas noches, estimado público. Hoy las historias nos llevarán entre el cielo y la tierra, así que espero..."- Seguimos la orden unánime de poner en silencio el celular, al mismo tiempo que se silencia nuestro sentido común. Pasan cinco, diez minutos de esa introducción y e aquí lo sorprendente: logramos escuchar a alguien sin tener que estar a la defensiva de la persuasión cotidiana.

¿Escenografía? Sí, un par de sábanas de colores, al fondo, engañando. Entonces aparece en escena la primera narradora (de Perú) Rosana Reátegui. Uno que es adulto, sensato, maduro; prejuzga: ¡ah! está bueno, trapos de colores, monologo... me gusta. Pero las palabras de Rosana comienzan claras y seductoras (por la tonada). A poco tiempo son violetas, violentas, blancas, ocre, oro, enamoradas, azul (muy azules), rojas, multicolores, livianas... y aparece tímidamente un esbozo de escenografía: una mujer del altiplano, un lago, un lagarto muy alto y vanidoso que intenta seducirla. Los aplausos nos vuelven a la realidad, a los trapos de colores, las luces, nuestra madurez, el intelecto, entonces aplaudimos dos veces más y la cortamos ahí (no vaya a ser que quedemos como unos apasionados).

Nuevamente Eduardo Chaves sofoca nuestro sentido común con su voz, y una canción que nos recuerda que esa noche las historias viajan entre el cielo y la tierra. Nosotros otra vez nos ponemos expectantes para captar mejor alguna otra imagen, recrear otra escenografía. Después de Rosana, ese humilde escenario se metamorfosea con las historias que cuentan: Elvia Perez (Cuba); Os Tapetes Contadores (Brasil); Juan Carlos Pinto (México). Y de Argentina: Griselda Rinaldi, Lili Bassi, Carlos Maps y Sasa Guadalupe.

Aplaudimos eufóricamente, y ya estamos ansiosos por la próxima historia (mientras seguimos saboreando el final de la última), y nos dicen que ya no más, pasaron tres horas y ya todos los narradores por el escenario. Nos apenamos, encaprichados, casi hasta el reproche hacia la organización por no poner más narradores.
Nos levantamos del piso, acomodamos la corbata. ¿Y nuestro anotador-agenda? (¡vaya a saber uno dónde quedó con tanto aplauso...!) En su lugar hay un globo, y para colmo estos pantalones, grandes, muy grandes; ¡y los zapatos!: cinco números más, (obligan a caminar chistoso). Tal vez (si aún fuéramos adultos), denunciaríamos con un documento firmado y sellado por alguna autoridad, esta imprudencia de los narradores que nos vuelven niños sin anticipación alguna, -porque habría sido necesario traer una jardinera y unas pampero-, para volver a casa con ropa adecuada.

Tapices de fábula


Los brasileros le cedieron la palabra a los tapices. El miércoles 8 de septiembre, en el Cabildo histórico, el grupo Os Tapetes Contadores participó del encuentro de narración oral en el marco de la Feria del Libro 2010. Los narradores se valieron de tapices especiales para contar sus historias. Sus coloridos tapetes se articulaban para darle color y materialidad a las fábulas. Todos quedaron sorprendidos con el despliegue de tan coloridas historias brasileras.

domingo, 24 de octubre de 2010

Literatura para niños

Los jardines maternales realizaron actividades para incentivar a la lectura, durante la Feria infantil del libro. Cada institución  llevó su rincón literario a la planta baja del Cabildo.


Los establecimientos educativos tenían días determinados para participar. Las maestras prepararon narraciones y representaciones teatrales. Por su parte, los chicos podían observar y manipular las obras. Estas jornadas implicaron un trabajo previo de docentes y alumnos. El propósito era  lograr que el niño interactúe con el libro.
Las instituciones utilizaron el material de sus bibliotecas. Éstas fueron elaboradas por el programa “Piedra libre a la imaginación”. El proyecto es organizado por la Fundación Minetti y la Subdirección  de Nivel Inicial de la Municipalidad de Córdoba.

 
Los objetivos de los rincones literarios  son acercar las obras a los chicos y promover su formación lectora. La iniciativa se desarrolla en los 36 establecimientos dedicados a la enseñanza de los más pequeños.

La propuesta plantea un espacio de educación temprana, a partir de la lectura. En la Feria, los jardines presentaron su experiencia a través de fotografías y dibujos de los chicos.

Los beneficios de la lectura en la tercera edad

Tres especialistas de diferentes áreas integraron  la mesa redonda organizada por el Programa Universitario para Adultos Mayores (PUAM). 
Las disertaciones se realizaron el día 8 de septiembre. La sala de Conciertos Maestro Diehl en la planta baja del Cabildo fue el lugar de encuentro. Gran parte del público era mayor de cincuenta años. Los asistentes interactuaron en el debate posterior a las declaraciones. También se manifestaron con risas y movimientos de cabeza, durante las explicaciones de los especialistas.

María Laura Tavella presentó a cada uno de los expositores. La coordinadora y los participantes de la charla trabajan en los talleres dictados en la Universidad Nacional de Córdoba. El PUAM depende de la Facultad de Ciencias Médicas. El proyecto es un conjunto de cursos y talleres para adultos mayores. Su objetivo es generar un espacio de formación personal e intelectual.

La literatura como forma de autoconocimiento

 Esteban Zenobi Fabi  explicó la preferencia por ciertos géneros, citando a Aristóteles. Así, el profesional afirmó: “Las narraciones al exteriorizar lo interno, nos permiten acceder a aspectos de nosotros mismos y de los otros que de otra manera, nos quedarían ocultos”.
El profesor ejemplificó con obras famosas, por qué se despierta el interés por la lectura. Escenas de Hamlet o Edipo Rey demostraron que “el arte es concebido como espejo del alma”.

Los aportes

Fulvio Stanis  planteó que las personas mayores de cincuenta años leen de manera más libre. Estos sujetos carecen de condicionamientos académicos o laborales. Por eso, la mirada sobre una obra es más creativa. Las contribuciones de esta población son críticas, desprejuiciadas e inquisidoras. La experiencia de vida y los saberes ya  adquiridos influyen en el desarrollo de la acción.

Leticia Luque estableció que la lectura es un estimulador cognitivo. La tercera oradora efectuó su exposición, a partir de su tarea en el taller de entrenamiento de la memoria. La especialista recopiló cuatro beneficios de esta actividad:

- Es un entretenimiento, incluso en situaciones problemáticas.

- Fomenta la creatividad y facilita la recreación de la fantasía.

- Contribuye a la fluidez verbal

- Potencia las capacidades de observación, atención y  concentración.